Señalamos con nuestra presencia en el XLVI Congreso Nacional Belenista, un grupo de seis asociados en representación de nuestra Asociación.
Nos acompañaba, nuestra pujanza belenista, la curiosidad por vivir un congreso en el norte y sobre todo y especialmente la ilusión de acompañar a Agustín Sarrate y Sra. que recibiría el Trofeo Federación en la clausura del congreso. Premio merecidísimo hacia su persona por saber dignificar una afición hecha arte.
Salimos de Sevilla con mucho calor, y llegamos con frío y lluvia a Bilbao, pero fue una falsa alarma pues la organización ya había encargado un tiempo espléndido y así fue (a ver como se hizo la gestión y en Semana Santa la ponemos en práctica).
El día opcional (jueves) no lo hicimos y por ello nuestra andadura empezó el viernes 17 día en el que comenzó oficialmente el congreso.
En el hotel que teníamos asignado (magnífico por cierto) fuimos recogiendo credenciales imprescindibles para los accesos a todos los recintos de exposiciones, comidas, obsequios, etc. y también una cartera con una extensa documentación. Todo pulcramente organizado.
Sobre las 9:15 h, después del desayuno en el hotel, nos presentan a nuestro grupo y guía; salimos caminando hacia el colegio de Ntra. Sra. De Begoña de Indatxu (Jesuitas). Allí fue la inauguración del Congreso.
Nuestro banderín por fin volvía a la vida federativa, orgullosos aplaudíamos frenéticos mientras Emilio lo alzaba por el pasillo hacia el escenario para la imposición del corbatín.
Momentos emocionantes e intensos que hicieron imaginar que si cuadriculásemos nuestro emblema en cm2 veríamos a cada uno de ellos fugaces imágenes de nuestra querida asociación: Nuestros predecesores, los que tenemos el testigo, la savia joven, la ilusión de nuestros socios mayores (en este caso reflejada en los ojos de Agustín) un niño, un ángel, una música, un belén, un belenista, la luz de un lucero… cuando por fin se colocó en su lugar, nuestro emblemático Ángel parecía que se estiraba más si cabe para coronar a la giralda con una estrella más brillante para lucir en todo lo alto su esplendor.
Finalizado el acto y cuando se retiraron las autoridades civiles y religiosas de la ciudad nos trasladamos al Guggenheim donde se hizo la foto oficial.
Nos trasladamos al restaurante San Roque y en él pudimos degustar dos almuerzos y una cena de los mejores menús de la gastronomía Vasca en un alarde de sabores únicos, que le dan la importancia que justamente merece.
El mercadillo, situado en unos salones acondicionados para la ocasión y perfectos para recrearnos en todos los detalles de ambientación para nuestros belenes, donde la tentación te pone a prueba para al final caer sin remisión con alguna que otra adquisición.
A continuación nos dirigimos al Museo de Arte Sacro donde contemplamos hermosas piezas como es habitual en estos sitios, pero las delicias de los congresistas llegó al contemplar un hermosas huida a Egipto atribuida a Luisa Roldán y un belén Vasco perfectamente ejecutado lleno de reminiscencias costumbristas.
Justo al lado, entramos a una ponencia a cargo de Sr. Florencia Tonelledo que llevaba por título “Hablar de Jesús no está de moda”. Nos hizo una llamada agónica a todos los belenistas para que trasmitiéramos aparte de nuestras realizaciones plásticas, de que Dios hecho hombre en la tierra, es el eje fundamental del cristianismo y el motivo principal por el que se celebra la Navidad, cosa que se esta ignorando cada vez más como no pongamos medios en este caso a través del Belén.
Justo al lado, entramos a una ponencia a cargo de Sr. Florencia Tonelledo que llevaba por título “Hablar de Jesús no está de moda”. Nos hizo una llamada agónica a todos los belenistas para que trasmitiéramos aparte de nuestras realizaciones plásticas, de que Dios hecho hombre en la tierra, es el eje fundamental del cristianismo y el motivo principal por el que se celebra la Navidad, cosa que se esta ignorando cada vez más como no pongamos medios en este caso a través del Belén.
Seguidamente, la Coral de San Antonio de Irala Barrí, nos deleitó con piezas navideñas, sacras y vascas que parecían un hermoso cielo lleno de estrellas que nos transportaron a las alturas con ellos.
El broche final una cena típica vasca.
El broche final una cena típica vasca.
El sábado, salimos en dirección al tranvía, donde hicimos una visita panorámica.
De ahí al Museo de pasos de S.Santa y Museo de reproducciones donde contemplamos exposiciones de belenes y figuras.
De ahí al Museo de pasos de S.Santa y Museo de reproducciones donde contemplamos exposiciones de belenes y figuras.
Nos dirigimos para almorzar, visita previa al mercadillo y después otro rato mientras se celebraba la reunión de presidentes.
Acto seguido, pudimos contemplar las colecciones de dioramas expuestos en el “Especio Ensanche”. Allí disfrutamos mucho con auténticas maravillas, un poco de tiempo libre y de nuevo salida hacia la Sociedad Bilbaína esta vez para la cena oficial del congreso donde nos tenía preparada un exposición de belenes y un aperitivo.
La cena discurrió de una manera muy cordial dentro de un espíritu entrañable de confraternización entro todas las Asociaciones. Allí tuvo lugar el intercambio de regalos.
Domingo 19; Nos dirigimos a la catedral del Señor Santiago en un breve paseo caminando.
Allí nos recibió el grupo BETIJAIALAI de Bilbao, una agrupación folclórica del barrio de Besurto que nos ofreció un “alarde de Danzas”; sesenta personas con un completo repertorio: bailes, música, vestuarios,, cantos. Precioso todo el conjunto enmarcado en la puerta de la Catedral, imagen que siempre guardaremos en nuestras retinas.
Santa misa oficiada por el Deán de la Catedral, a destacar (Aita Guria) el padre nuestro cantado por el coro. Sospechando que todo llegaba a su fin y que había pasado un como el suspiro de un ángel, nos dirigíamos de nuevo al colegio de Ntra. Sra. De Begoña para la clausura, reparto de trofeos Federación, premio “Imagen de la Navidad”, “Belenes recortables”, y presentación de XLVII Congreso Nacional Belenista de Guadalajara.
Gracias, Niño Jesús por haber nacido, sin ti nada de esto había pasado; vivencias que no podremos olvidar fácilmente y muchas gracias a los buenos belenistas y mejores personas del País Vasco que han dado todo lo bueno de sus corazones y lo han volcado en promover y fomentar durante muchos años esta hermosa tradición; gracias a nuestros guías Martín, Roberto….. la nueva generación con sólo 10 años pero con un legado precioso.
Verdaderamente, nos hemos sentido pastores, guiados por ángeles que nos enviaron a una hermosa y fértil tierra para proclamar
PAZ EN LA TIERRA
A LOS HOMBRES DE BUENA
VOLUNTAD.
A LOS HOMBRES DE BUENA
VOLUNTAD.